Ya tenemos el invierno encima y, con él, la inevitable bajada de temperaturas. Así, tenemos que preparar bien la habitación de los más pequeños para que no pasen frío y disfruten tanto de las horas de sueño como de sus ratos de privacidad.
Lo primero que tenemos que controlar es la ropa de cama. Para crear un entorno calentito, lo mejor es contar con sábanas o fundas de franela, acompañadas de mantas o rellenos nórdicos que envuelvan a los pequeños y los calienten.
Otra buena idea es incluir alfombras en la decoración, ya que evitan que el frío que emanan las baldosas de cerámica y cemento suba por los pies. Además, con ellas podemos dar un toque diferente y, si queremos, divertido, a la habitación de nuestros hijos.
También podemos añadir otros elementos que ayuden a crear una sensación de calidez. Entre ellos está el decorar las paredes: cuadros, estanterías, figuras y espejos para aumentar el espacio de almacenaje y reflejar en las paredes sus gustos.
Finalmente, para que todas las noches lleguen rápido y con ganas a los brazos de Morfeo, recomendamos que encender la calefacción en su habitación entre una y media hora antes de acostarse. Esto caldeará el ambiente y les predispondrá para dormir más plácidamente entre sus calentitas sábanas. Cabe recordar que no es bueno dejar la calefacción encendida toda la noche, puesto que esto reseca mucho el ambiente y puede ser perjudicial para la salud.
Con estos consejos, conseguirás crear un ambiente cálido, acogedor y preparado para que los más pequeños no duden a la hora de querer ir a dormir calentitos a sus habitaciones.